En los últimos años el desarrollo y el crecimiento de nuevas tecnologías electrotécnicas han motivado una mayor atención por parte de la comunidad sobre la seguridad de los productos eléctricos  y electrónicos que se comercializan. Así, comienzan a exigirse estándares mínimos de seguridad a partir de procedimientos de certificación, de cumplimiento obligatorio, los cuales tienen por  objeto principal garantizar la integridad física de las personas inexpertas en materia de seguridad eléctrica, y no así la calidad de estos elementos, que sigue siendo una consideración exclusiva del  consumidor. En rigor, lo que no es sometido a opción, es la SEGURIDAD.